Leo hace historia al marcar cinco goles en un partido de Champions. Tello completa la goleada con dos más. El Barça, a cuartos por quinta vez consecutiva.
Los 75.632 espectadores que lo vivieron en directo podrán decir eso
de "yo estuve ahí", como en su día lo dijeron los que vieron a
Chamberlain meter 100 puntos en un partido, Alí noquear a Liston o a
Beamon volar en México. Como todos esos privilegiados, acababan de
presenciar algo sublime. La actuación de Messi se impone a cualquier
otra consideración derivada del partido de ayer. Messi metió una mano de
goles en un partido de Champions. Esta temporada había marcado ya
cuatro al Valencia y hace dos temporadas le hizo otro póker en Champions
al Arsenal. Ayer se superó.
Lo de ayer le dispara en todos los récords. Sören Lerby, del Ajax,
fue el último en lograr algo semejante cuando la competición se llamaba
Copa de Europa. Fue ante el Omonia de Nicosia el 24 de octubre del 79 en
un partido que acabó 10-0. Ese año, Hansi Krankl le marcó cinco en un
partido de Liga al Rayo Vallecano. Desde entonces nadie había logrado
nada igual en el Camp Nou ni en la Champions.
Con su gesta, Messi ya suma 12 goles en siete partidos de Champions,
siete más que su perseguidor, el alemán Mario Gómez; iguala los 49 de Di
Stéfano en competiciones europeas y se sitúa como quinto máximo
goleador de las competiciones europeas. Y por si fuera poco, está a
siete goles de desbancar a César Rodríguez como máximo goleador de la
historia del Barça en partidos oficiales. Y tiene 24 años. La actuación
de Messi, gracias a las redes sociales tuvo un efecto viral en el mundo y
los elogios se desbordaron en tiempo real. Wayne Rooney desde su
twitter, tras el cuarto del argentino, dijo que "es el mejor de todos
los tiempos". Y como él, se sucedieron los elogios. Jack Wilshere,
Falcao, Rivaldo... la mano de Messi conquistó al mundo. Y eso que antes
de salir a jugar se tomó una pastilla en el túnel porque le dolía la
cabeza.
El choque. El encuentro en si mismo, octavos de final vuelta
de la Champions League, fue lo que pasó entre obra de arte y obra de
arte del '10' argentino. Con una alineación en la que la nota más
destacada era la nueva oportunidad que Guardiola le daba a Pedro, que
progresa adecuadamente, el Barcelona se hizo enseguida con el control
del partido bajo la dirección de Iniesta y Xavi.
A los 25 minutos, un pase magistral de Xavi le sirvió a Messi para
iniciar su festival. A partir de ese momento, el Bayer, muy blandito
atrás y sin apelar nunca a su superioridad física, fue un juguete en
manos de los jugadores del Barça, que movían la pelota como querían. Y
cuando ésta llegaba a los pies de Messi, lo único que podían hacer era
ponerse a rezar.
El 2-0 logrado por Leo antes de la media parte ya le daba al Barça el
billete a los cuartos de final por quinto año consecutivo.
La segunda fue un vendaval. Messi se desmelenó y por si faltaran
ingredientes al espectáculo, Guardiola dio entrada al terreno de juego a
Cristian Tello, quien se sumó a la fiesta con sus galopadas y dos goles
más. Sólo en el descuento, los alemanes marcaron el gol del honor
mientras el Camp Nou se olvidaba de escándalos y volvía a disfrutar del
fútbol de la mano de Leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario