Un magnífico Atleti se fue 3-0
al descanso. Golazos de Salvio (2) y Adrián. Gran Koke. Los del Cholo se
desplomaron luego. Simao dio vida al Besiktas.
Como el Atleti fue el doble de equipo que el Besiktas, le bastó medio partido para encarrilar la eliminatoria, pero... Pero los rojiblancos están en depósito. Una plantilla corta y una oleada de lesiones fundamentales (Diego, Arda, Tiago, Sílvio...) son justo lo que el doctor recomienda evitar si uno juega con la intensidad y la constante presión que propugna el Cholo. Simeone lo sabe y por eso, pese a que un gol más cerraba el asunto, quitó en el último tramo a sus tres mejores atacantes ayer (Adrián, Salvio y Koke) pensando en la Liga. En este momento, calcular el reparto de minutos es física cuántica. Lástima, porque mientras le aguanta el cuerpo este Atleti merece la pena.
La primera parte fue un baño en toda regla ante un Besiktas en el que
el pobre Manuel Fernandes no daba abasto para encargarse de todas las
tareas de la casa. Tres minutos tardó en liarla Adrián, que cualquier
día va a derribar la puerta de la Selección con un ariete, harto de
aporrearla. Su pase de la muerte, tras uno de esos cambios de ritmo
marca de la casa, se le quedó levemente atrás a Falcao, que remató
rozando el palo.
El siguiente en entrar en escena fue Salvio, ese hombre
indescifrable. Su primer número fue pifiar incomprensiblemente un remate
a puerta vacía previo pase de Koke. En ese instante tuiteé "Salvio no
es malo, es diferente. Diferente a los buenos" y recibí una catarata de
apoyos de desesperados hinchas atléticos. Pero, tras un fallo de Falcao
solo ante el portero, el Toto procedió a responder con dos golazos en
cuatro minutos.
A los 24' controló con precisión un magnífico pase de Koke, recortó
con elegancia a Kavlak y batió a Cenk. Antes de que el Manzanares dejase
de aplaudir, Salvio se encontró de nuevo frente al portero y le superó
con una hermosa vaselina. Así que dejémoslo en que Salvio es diferente a
todos, a los buenos y a los malos, es un enigma, un verso libre que a
veces rima y otras chirría. Es Salvio, en definitiva.
El pase del 2-0, por cierto, fue también de Koke, que se agiganta por
días y se ha ganado mantener el protagonismo cuando vuelvan Arda y
Diego. El recital del canterano se completó con una gran dejada a Filipe
Luis, que el brasileño convirtió en deliciosa con un caño a Toraman.
Cenk evitó el gol, pero nada pudo hacer en el minuto 37, cuando Adrián
conjugó su cambio de ritmo con el de dirección, dejando a Korkmaz dando
vueltas sobre su eje, y ajustó el remate al larguero: 3-0 y el Besiktas
pidiendo árnica.
Hundimiento.
Pero del descanso regresó un Atleti de todo menos descansado. Una
sombra. El Besiktas aprovechó el derrumbe rival y el jugar con once, una
vez que su técnico mandó a Quaresma a darse una ducha evitable, pues ni
había sudado. Y como el destino es juguetón, marcó Simao, no podía ser
otro. El exatlético enganchó un rechace en la frontal y la clavó en la
escuadra. Golazo y tembleque.
Por fortuna para el Atleti, cuando todo lo demás falla, le queda
Courtois. El belga le ganó un cara a cara a Pektemek y, ya en el 87',
otro a Holosko. Mucho portero. Así, el Atleti llegó a meta exhausto,
pero victorioso. La eliminatoria viaja a Estambul viva, aunque bien
enfilada. Eso sí, que vuelvan pronto los enfermos o estos chicos
desfallecen.
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