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viernes, 16 de marzo de 2012

Schalke-Athletic, AZ Alkmaar-Valencia y Atlético-Hannover, en cuartos

El Athletic se enfrentará al Schalke de Raúl y Jurado, El Atlético al Hannover y el Valencia al AZ Alkmmar. El Sporting-Metalist completa los cuartos de final.

Los equipos españoles en la Europa Legue han tenido una suerte dispar en el sorteo de los cuartos de final de la Europa League. AZ Alkmaar, Schalke 04 y Hannover serán los próximos rivales en el camino a la final de Bucarest del próximo 9 de mayo.
El Athletic club y el Valencia se enfrentarán a dos de los 'cocos' que quedaban competicion. Los bilbainos se enfrentarán al Schalke, en lo que supondrá la vuelta de Raúl a territorio español para disputar un encuentro de competición europea, algo que se está convirtiendo en habitual desde que milita en el equipo alemán. El Schalke supero en octavos al Twente holandés.
El Valencia jugará de nuevo ante un equipo holandés, el AZ Alkmaar, que eliminó al Udinese en octavos. El conjunto valenciano, al igual que el Athletic, jugará la vuelta en su estadio. El único que jugará la vuelta fuera de casa es el Atlético, que se enfrentará al Hannover alemán, que en la ronda anterior dejó fuera al Standard de Lieja. La última eliminatoria enfrentará al Sporting de Portugal y al Metalist ucraniano.
Posible duelo español en semifinales
Los equipos españoles han evitado encontrarse en cuartos de final pero Atlético y Valencia no podrán hacerlo si consiguen el pase a semifinales. El Athletic se enfrentaría en la siguiente ronda al vencedor del Sporting-Metalist, que tiene como claro favorito al equipo portugués.
Cuartos de final (29 marzo y 5 abril)
1. AZ Alkmaar - VALENCIA.
2. Schalke 04 - ATHLETIC CLUB.
3. Sporting Lisboa - Metalist Kharkiv.
4. ATLETICO MADRID - Hannover 96.
Semifinales (19 abril y 26 abril)
1. Ganador 4 - Ganador 1.
2. Ganador 3 - Ganador 2.
Final (9 mayo)
Ganador 1 - Ganador 2

 

Sin Clásico hasta la final: Apoel-Real y Milán-Barça

El Madrid jugará en cuartos ante el APOEL. La ida se jugará en Chipre y la vuelta en casa. Si se clasifica le espera el ganador del Marsella-Bayern. El Barça, por su parte, se las verá con el Milán, jugando la vuelta en el Camp Nou. En semifinales, el vencedor del Benfica-Chelsea.

Real Madrid y Barça han tenido fortuna en el sorteo de la Champions League celebrado en Nyon ya que no se verán las caras ni en cuartos ni en semifinales y se citan para la final del 19 de mayo. La mano de Paul Breitner, que fue quien sacó las bolas, trajo suerte ya que además, las dos próximas eliminatorias las podrán resolver en sus estadios al jugar primero a domicilio. Al equipo de Mourinho le tocó la cenicienta del bombo, el APOEL Nicosia. El partido de ida lo jugará en Chipre el 27 de marzo y la vuelta en el Bernabéu 4 de abril. Si se clasifica le espera el ganador del Marsella-Bayern, también con la vuelta en Madrid. La semifinal se disputará el 17 de abril la ida y el 25 la vuelta.
Al Barça, por su parte, le tocaron unos cruces más complicados. Se enfrentará al rival que no quería Guardiola: el Milán, como ya hizo en la fase de grupos. La ida será en San Siro el 28 de marzo y la vuelta se disputará en el Camp Nou el 4 de abril. Si el conjunto culé pasa de ronda se las vería en semifinales con el ganador del Benfica-Chelsea. La ida el 18 de abril y la vuelta el 24 de abril.
ASÍ QUEDÓ EL SORTEO
Cuartos de final
APOEL-Real Madrid
Marsella-Bayern
Benfica-Chelsea
Milán-Barça
Semifinales
Ganador del APOEL-Real Madrid contra el vencedor del Marsella-Bayern
Ganador del Benfica-Chelsea contra el vencedor del Milán-Barça

 

domingo, 11 de marzo de 2012

Ricky dice adiós a esta temporada y a los JJ OO

Se rompió el ligamento cruzado de la rodilla; de seis a nueve meses KO

U na resonancia magnética dio ayer en Minneapolis la peor noticia a Ricky Rubio, sus Minnesota Timberwolves y la Selección española de baloncesto: la resonancia confirmó que el base internacional de El Masnou sufre rotura parcial del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, dañado al chocar con Kobe Bryant en los segundos finales (y vitales) del Timberwolves-Lakers.
La rodilla de Ricky crujió a 16,4 segundos del final del Wolves-Lakers: con 102-101 para Minnesota, Rubio (1,92 de altura, 86 kilogramos) intentó frenar el avance en media pista de Bryant (1,98, 93 kilos). La arrancada de Kobe cargó directamente sobre la flexionada rodilla izquierda de Ricky, quien quedó tendido sobre la pista del Target Center. Tras serle señalada falta personal, Rubio se alzó cojeando, se fue al banquillo y desde allí contempló como Bryant sentenciaba a los Wolves con cuatro tiros libres: 102-105. Kobe totalizó 34 puntos y rebasó los 29.000 en su carrera. Ricky (15 puntos, diez asistencias y los 41 partidos jugados) ya no pudo acudir a un tiempo muerto. Se fue con ayuda de compañeros y cuidadores. Y tecleó en Twitter: "Dura derrota contra los Lakers. Me hice daño en la rodilla pero hasta mañana no sabré nada".

Descartado.

Ante las perspectivas, el mundo del baloncesto se volcó con Ricky en las redes sociales. Cabe recordar que Minnesota, casi en un vaticinio, había pedido a la NBA protección arbitral para Rubio: "Le atacan físicamente y le dan más palos que a una estera".
La resonancia validó los peores presagios con esa rotura del cruzado anterior. Tendrá que pasar por el quirófano en fecha y lugar aún por determinar. El plazo de recuperación estará entre los seis y los nueve meses. Adiós a la temporada y a los Juegos de Londres. Mal día para la NBA. Y para España.







 

Gran remontada del Atlético para proclamarse campeón

El Barcelona fue por delante en el marcador en la primera parte, pero los rojiblancos mostraron su superioridad tras el descanso.

El Atlético de Madrid ha conquistado este domingo en Torrevieja su sexta Copa del Rey de balonmano al imponerse al Barcelona en la final (37-31), desplegando un gran juego en la segunda parte y haciendo valer su mejor juego ante un Barcelona Intersport lastrado por las pérdidas de balón.
El partido respondió a las expectativas en sus instantes iniciales y ambos equipos demostraron una gran intensidad para alternarse en el marcador y no ceder ni un milímetro a su rival (3-3, min.6). El Barcelona aprovechó su rapidez al contraataque para conseguir un parcial de 0-3 que le concedería la primera ventaja destacable de la final (5-8, min.12). Los rojiblancos no se arrugaron y respondieron a los pupilos de Xavi Pascual volviendo a igualar el marcador (8-8, min 14).
Los azulgrana siguieron mostrándose intratables en ataque , mientras que los de Dujshebaev se toparon con una sólida línea defensiva y un estupendo Daniel Saric, clave con sus paradas. Fue entonces cuando Joan Cañellas tomó la responsabilidad en el ataque rojiblanco con tres tantos que metieron en el partido a los suyos, situándoles a un tanto de diferencia.
Así, se llegó al descanso con una ventaja mínima para el Barcelona, pero con la sensación de que los de Xavi Pascual dominaban el encuentro y de que el Atlético tendría que jugar al límite de sus posibilidades para tener opciones de llevarse la Copa (14-15, min 30).
Dos goles seguidos de Nagy para el Barcelona rompieron las hostilidades al comienzo de la segunda mitad, pero los madrileños reaccionaron con fuerza y gracias a un parcial de 4-0 dieron la vuelta al marcador (18-17, min.36).
La diferencia favorable a los atléticos se incrementó gracias a un espectacular robo de Jurkiewicz que finalizó en gol, y aunque el Barcelona no le perdió la cara al duelo, los de Djushebaev estaban muy cómodos en la pista. El equipo azulgrana empezó a cometer imprecisiones y a perder balones y un gran Kallman acercaba la sexta Copa del Rey para los rojiblancos mediada la segunda parte (25-21, min.45).
El ''muro'' defensivo rojiblanco que ya desesperó al Torrevieja en semifinales volvió a hacer acto de presencia ante un Barcelona que necesitaba de acciones rápidas para culminar la remontada. Tal era la velocidad con la que intentaba jugar el Barcelona que los errores culés se hicieron cada vez más patentes y al Atlético le bastaba con conservar el buen juego desplegado hasta entonces para aumentar su renta (32-25, min.50).
El Barcelona no se rindió e hizo gala de su calidad y espíritu competitivo para acercarse en el marcador, pero los rojiblancos no se pusieron nerviosos y se hicieron con la sexta Copa del Rey de su historia.







 

El Atlético halla premio sin gasolina para buscarlo

Un golazo de volea de Miranda rescata a un equipo fundido tras el duelo ante el Besiktas y le hace mirar a Europa. El Granada estuvo ordenado pero no tuvo ambición. Falcao sentenció. 

Los caminos del fútbol son inescrutables. El Atlético encadenaba hasta hoy cinco partidos ligueros sin ganar, de forma injusta por su atrevida y enérgica apuesta futbolística en pleno efecto Simeone. Y, por el contrario, ante el Granada logró dejar atrás esta lacra, sin fútbol, con la gasolina en reserva y aportando los mínimos méritos posibles; que fueron pocos pero mayores que los de su rival. Una obra de arte de Miranda en una de las escasas aproximaciones al área enemiga, valió al equipo colchonero para desarticular al Granada, que fue tan ordenado siempre que olvidó desmelenarse en busca de puntos, que al final es lo que cuenta y lo que salva. Falcao sentenció al final adornando una victoria que ya nadie cuestionaba.
El partido no pasará a la historia más que por la hora, por la fiel respuesta del Calderón y por la obcecación de un colegiado que, sin ser determinante, agota en su afán de dejar jugar por norma; simplemente porque ese estilo le distingue. Con las piernas sobrecargadas por el desgaste europeo, el Atlético no pudo ofrecer su mejor versión. Aun así, demostró que su mordiente le da para flotar contracorriente en esta nueva era y que su carácter ya no varía ante cualquier fenómeno atmosférico. Su fe es inquebrantable. Y eso que a Adrián no le quedaba chispa tras fundir al Besiktas, a Falcao le sobran toques y la salida desde atrás no es la misma sin el desborde de Filipe y la imaginación de Diego. El Granada pudo meter en el dedo en la herida cuanto quiso. Sin embargo le sobró miedo, le faltaron mimbres y se quedó sin Jaime Romero, su mejor hombre, cuando éste hacía de guía.
Aburrimiento y escasa calidad
La primera mitad fue insoportablemente mala. En media hora nadie se acercó al área. El Atlético echó de menos como nunca el arte de Diego y Arda, mientras que el Granada se replegó tanto que le faltó calidad para hilvanar durante el largo kilometraje que separaba su cueva de la de Courtois. El empate era el único marcador posible a esas horas. Únicamente el error ajeno o la aportación arbitral podía desnivelar tal resultado. Miranda se afanó por hacer válida la primera premisa con dos errores de bulto a la hora de ir al corte. En la primera acción sufrió un eslalon de Jaime Romero que a punto estuvo de encontrar premio. En la segunda, no sólo su cadera volvió a crujir ante la internada de Uche, sino que después hizo una clara falta fuera del área y luego rozó el penalti en la misma línea para rematar la faena. Mateu amagó con pitar. Sin más.
El Granada comenzó entonces a sacudirse sus complejos y a olvidar sus bajas provocadas. Abel Gómez buscó la espalda de Gabi y Mario y desde ahí, en la zona de entrelíneas, lanzó a Jaime Romero siempre que quiso hasta que los isquiotibiales de la perla saltaron por los aires debido a sus eléctricas arrancadas. La lesión del joven albaceteño trastocó los planes de Resino, que tuvo que recomponer un dibujo elaborado ya de por sí parcheado con meritorios. El Atlético aprovechó el desconcierto para desperezarse. Lo hizo más por la obligación que por sus méritos en la elaboración. A balón parado se sintió seguro. Y así fue como logró ir la moral de su adversario. De la estrategia se valió para abordar a Julio César y reclamar por el camino alguna que otra mano de Mainz que también pudo acabar en penalti. Sin embargo, ni Falcao (lento) ni Adrián (espeso) daban miedo.
El Granada no sufría, hasta que Mateu Lahoz convirtió un pelotazo en la cara de Henrique en una mano que sólo vio él. La falta provocó el primer aviso serio de Koke en una jugada ensayada, cuyo lanzamiento desembocó en un córner decisivo. El del primer gol. El saque de Gabi fue malo, pero el rechace regresó a sus pies para darle una segunda oportunidad. Esta vez su envió conectó con la cabeza de Godín en el segundo palo. El central devolvió el balón al corazón del área pequeña y allí, su socio Miranda se redimió con una volea exquisita. 1-0. Tan precioso como inesperado.
Mucho miedo y poco juego
Falcao pudo sentenciar nada más arrancar la segunda mitad al aprovecharse de un gran pase de Koke y de su posición ilegal. Julio César estuvo imperial en el mano a mano. El partido seguía sin dominador y con más imprecisiones que detalles. Simeone decidió entonces ir cambiando a sus jugadores más agotados, a la vez que Abel metió a Ighalo por un lateral reconvertido como Cortés. Las escasa ambición granadina terminó por decaer cuando Mateu le dejó con diez.
Desde ahí hasta el final no hubo miedo en el Calderón a perder lo ganado. Ni tampoco hubo más alegrías que llevarse a la mesa que la reivindicación de Falcao. Su tanto se lo debe a la internada de Juanfran, cada día mejor lateral. Después, el palo impidió que el colombiano ampliara la renta. Un tercer tanto hubiera sido excesivo. El 2-0 ya era buen botín para las fuerzas con las que contó el Atlético para ir a buscarlo.


 



 

Resumen del partido R. Betis- Real Madrid

 Polémica final por un posible penalti de Ramos en el tiempo añadido. Magnífico encuentro del Betis, que mereció más. Otro doblete de Cristiano
 Mal presagio. Algo raro se notaba en el interior de Iturralde que le hacía parecer tan rígido como un caballero armado. Nunca sabremos si era faja, refajo o calzón reafirmante. El caso es que Gorka Sagués, el cuarto árbitro, sustituyó en el descanso al jefe lesionado. En ese instante no imaginó que su fama se prolongaría más de 45 minutos, 47 para ser exactos. Fue en ese último parpadeo cuando chutó Jefferson Montero y consiguió, sin pretenderlo, que su disparo sea más repetido que el gol que buscaba. La pelota vivió tanto y tan al límite que podrá escribir una autobiografía o casarse con Kate Moss: el balón sin frenos rozó a Marcelo en zona fronteriza, tropezó contra Ramos en lo que pareció pierna y brazo, y se perdió para siempre en busca y captura.
Suban a los tejados porque la ola que se avecina será de aúpa y en ella naufragaremos todos. Primero el Betis, que no merecía perder; después, el partido, que no merecía una cortina de humo. Siguiendo por el Madrid, que no necesita esto, y por no hablar del pobre cuarto árbitro, que afrontará el tiroteo sin faja que le cubra.
Sería una lástima que la polémica devorara el heroico encuentro del Betis y la capacidad del Madrid para disputar todas las batallas una vez ganada la guerra. Pero ocurrirá. El gran gol de Jorge Molina parecerá una centella de tan acostumbrados que estaremos a la moviola. Poco importarán los dos goles de Cristiano, 98 en 89 partidos. Reposen en esta crónica sus restos gloriosos y el relato de los goles.
Historia. Nueve minutos: Rubén Castro controló acariciando la pelota con el pie y quién sabe si con la mano (qué importa ya). Después se la entregó a Jorge Molina como el camarero que te sirve lo de siempre, con el vaso resbalando por la barra. Gol y primera sorpresa. El Betis parecía el Madrid.
Higuaín empató al rato. Özil le buscó en profundidad y era tanta la carrera que le quedaba hasta la portería que incluso sus defensores dudamos de él. Le caza el central, pensamos; le roba, le entorpece, le agarra. Ni le sopló. El falso malo es también falso lento. Higuaín miró al línea, observó al portero y hubiera tenido tiempo de saludar, caso de tener compromiso.
El Betis no se arredró. Siguió esperando al Madrid con las botas en los tacos de salida, las líneas juntas y las orejas tiesas. Barça aparte, el Madrid no recordaba un adversario tan valiente y tan dispuesto. Por eso, cuando Cristiano adelantó al Madrid en la reanudación creímos que el partido estaba decidido. Más que un gol parecía un augurio: si no era el talento, sería la suerte, si no Cristiano. De todo hubo.
La enésima proeza del Betis fue empatar en el turno de réplica. Entonces sí marcó Jefferson Montero. Otro partido a estrenar y el Madrid atónito ante tanta resistencia.
Los minutos que siguieron fueron béticos y rebéticos, con Casillas convertido en pinball. Penalti de Xabi y tres cuartos de lo mismo a Kaká. Hasta que sucedió lo inevitable. Ramos cabeceó, Fabricio se lució y el de siempre rebañó las sobras. No es que Cristiano sea grande; es el campo el que se le hace pequeño, el mundo. No es Supermán, es Gulliver. Gigante, pero no tanto como la ola que se avecina.

 






viernes, 9 de marzo de 2012

El Barça cae tras nueve meses invicto en el Palau

Liga Endesa. Jornada 23. Barcelona 63-66 Banca Cívica.

 El equipo sevillano, que ya había ganado al Barça en la primera vuelta, también se ha impuesto en el Palau.

 Un Barcelona Regal muy espeso, fallón, sin ritmo y que no tuvo fuerza al final, jugó con fuego ante un Banca Cívica que se limitó a verlas venir. Y al final los azulgrana se quemaron, perdiendo el primer encuentro en el Palau (63-66) desde el 15 de mayo de 2011 y cortando una racha de 24 triunfos consecutivos (16 en Liga y 8 en Euroliga). Aquel día lo hicieron ante Unicaja (79-84).
Los andaluces sorprendieron al equipo de Xavi Pascual en el primer cuarto con un Txemi Urtasun muy efectivo en ataque y parando a Navarro en defensa. Esa combinación, dos triples de Guille Rubio y una canasta de Satoransky daban una ligera renta a los de Plaza (14-22, min. 9). Rabaseda anotaba su tercer triple en siete minutos y empataba la contienda (32-32, min. 16), pero Pascual lo sentaba por Mickeal que lograba la máxima ventaja catalana (38-34, min. 18). Aunque no hubo continuidad y los locales se fueron al descanso con la mínima renta a favor.

Calloway.

Aún así las ventajas de uno y otro no pasaban de uno o dos puntos. Con 51-55 (min. 32), el Barça pedía tiempo y Vázquez relevaba a Ndong, pero el senegalés tampoco tenía su noche. En el último cuarto era Calloway el que mantenía a su equipo en la pelea. Los azulgrana no podían dar el golpe de gracia y era el renqueante Paul Davis el que avanzaba a su equipo (63-64) a falta de 40 segundos. Lorbek fallaba el siguiente tiro y, además, cometía falta sobre Bogdanovic. El serbio no la desperdició (63-66).
Aún con 15 segundos por jugar Navarro falló un triple, rechace y fallo de Lorbek y nuevo triple errado por Mickeal para cerrar una noche para olvidar y más frente a un conjunto sin dos de sus piezas claves; con Davis tocado y English, lesionado.

BARCELONA: 63
BANCA CÍVICA: 66
Barcelona Regal: Huertas (4), Navarro (3), Mickeal (10), Lorbek (12), Ndong (5) -cinco inicial-; Sada (2), Perovic (8), Vázquez (2), Wallace (-), Ingles (5) y Rabaseda (12).

Banca Cívica: Calloway (8), Urtasun (12), Jasen (5), Rubio (13), Triguero (6) -cinco inicial-; Tepic (2), Satoransky (8), Sastre (2), Bogdanovic (5) y Davis (5).