viernes, 16 de marzo de 2012

Schalke-Athletic, AZ Alkmaar-Valencia y Atlético-Hannover, en cuartos

El Athletic se enfrentará al Schalke de Raúl y Jurado, El Atlético al Hannover y el Valencia al AZ Alkmmar. El Sporting-Metalist completa los cuartos de final.

Los equipos españoles en la Europa Legue han tenido una suerte dispar en el sorteo de los cuartos de final de la Europa League. AZ Alkmaar, Schalke 04 y Hannover serán los próximos rivales en el camino a la final de Bucarest del próximo 9 de mayo.
El Athletic club y el Valencia se enfrentarán a dos de los 'cocos' que quedaban competicion. Los bilbainos se enfrentarán al Schalke, en lo que supondrá la vuelta de Raúl a territorio español para disputar un encuentro de competición europea, algo que se está convirtiendo en habitual desde que milita en el equipo alemán. El Schalke supero en octavos al Twente holandés.
El Valencia jugará de nuevo ante un equipo holandés, el AZ Alkmaar, que eliminó al Udinese en octavos. El conjunto valenciano, al igual que el Athletic, jugará la vuelta en su estadio. El único que jugará la vuelta fuera de casa es el Atlético, que se enfrentará al Hannover alemán, que en la ronda anterior dejó fuera al Standard de Lieja. La última eliminatoria enfrentará al Sporting de Portugal y al Metalist ucraniano.
Posible duelo español en semifinales
Los equipos españoles han evitado encontrarse en cuartos de final pero Atlético y Valencia no podrán hacerlo si consiguen el pase a semifinales. El Athletic se enfrentaría en la siguiente ronda al vencedor del Sporting-Metalist, que tiene como claro favorito al equipo portugués.
Cuartos de final (29 marzo y 5 abril)
1. AZ Alkmaar - VALENCIA.
2. Schalke 04 - ATHLETIC CLUB.
3. Sporting Lisboa - Metalist Kharkiv.
4. ATLETICO MADRID - Hannover 96.
Semifinales (19 abril y 26 abril)
1. Ganador 4 - Ganador 1.
2. Ganador 3 - Ganador 2.
Final (9 mayo)
Ganador 1 - Ganador 2

 

Sin Clásico hasta la final: Apoel-Real y Milán-Barça

El Madrid jugará en cuartos ante el APOEL. La ida se jugará en Chipre y la vuelta en casa. Si se clasifica le espera el ganador del Marsella-Bayern. El Barça, por su parte, se las verá con el Milán, jugando la vuelta en el Camp Nou. En semifinales, el vencedor del Benfica-Chelsea.

Real Madrid y Barça han tenido fortuna en el sorteo de la Champions League celebrado en Nyon ya que no se verán las caras ni en cuartos ni en semifinales y se citan para la final del 19 de mayo. La mano de Paul Breitner, que fue quien sacó las bolas, trajo suerte ya que además, las dos próximas eliminatorias las podrán resolver en sus estadios al jugar primero a domicilio. Al equipo de Mourinho le tocó la cenicienta del bombo, el APOEL Nicosia. El partido de ida lo jugará en Chipre el 27 de marzo y la vuelta en el Bernabéu 4 de abril. Si se clasifica le espera el ganador del Marsella-Bayern, también con la vuelta en Madrid. La semifinal se disputará el 17 de abril la ida y el 25 la vuelta.
Al Barça, por su parte, le tocaron unos cruces más complicados. Se enfrentará al rival que no quería Guardiola: el Milán, como ya hizo en la fase de grupos. La ida será en San Siro el 28 de marzo y la vuelta se disputará en el Camp Nou el 4 de abril. Si el conjunto culé pasa de ronda se las vería en semifinales con el ganador del Benfica-Chelsea. La ida el 18 de abril y la vuelta el 24 de abril.
ASÍ QUEDÓ EL SORTEO
Cuartos de final
APOEL-Real Madrid
Marsella-Bayern
Benfica-Chelsea
Milán-Barça
Semifinales
Ganador del APOEL-Real Madrid contra el vencedor del Marsella-Bayern
Ganador del Benfica-Chelsea contra el vencedor del Milán-Barça

 

domingo, 11 de marzo de 2012

Ricky dice adiós a esta temporada y a los JJ OO

Se rompió el ligamento cruzado de la rodilla; de seis a nueve meses KO

U na resonancia magnética dio ayer en Minneapolis la peor noticia a Ricky Rubio, sus Minnesota Timberwolves y la Selección española de baloncesto: la resonancia confirmó que el base internacional de El Masnou sufre rotura parcial del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, dañado al chocar con Kobe Bryant en los segundos finales (y vitales) del Timberwolves-Lakers.
La rodilla de Ricky crujió a 16,4 segundos del final del Wolves-Lakers: con 102-101 para Minnesota, Rubio (1,92 de altura, 86 kilogramos) intentó frenar el avance en media pista de Bryant (1,98, 93 kilos). La arrancada de Kobe cargó directamente sobre la flexionada rodilla izquierda de Ricky, quien quedó tendido sobre la pista del Target Center. Tras serle señalada falta personal, Rubio se alzó cojeando, se fue al banquillo y desde allí contempló como Bryant sentenciaba a los Wolves con cuatro tiros libres: 102-105. Kobe totalizó 34 puntos y rebasó los 29.000 en su carrera. Ricky (15 puntos, diez asistencias y los 41 partidos jugados) ya no pudo acudir a un tiempo muerto. Se fue con ayuda de compañeros y cuidadores. Y tecleó en Twitter: "Dura derrota contra los Lakers. Me hice daño en la rodilla pero hasta mañana no sabré nada".

Descartado.

Ante las perspectivas, el mundo del baloncesto se volcó con Ricky en las redes sociales. Cabe recordar que Minnesota, casi en un vaticinio, había pedido a la NBA protección arbitral para Rubio: "Le atacan físicamente y le dan más palos que a una estera".
La resonancia validó los peores presagios con esa rotura del cruzado anterior. Tendrá que pasar por el quirófano en fecha y lugar aún por determinar. El plazo de recuperación estará entre los seis y los nueve meses. Adiós a la temporada y a los Juegos de Londres. Mal día para la NBA. Y para España.







 

Gran remontada del Atlético para proclamarse campeón

El Barcelona fue por delante en el marcador en la primera parte, pero los rojiblancos mostraron su superioridad tras el descanso.

El Atlético de Madrid ha conquistado este domingo en Torrevieja su sexta Copa del Rey de balonmano al imponerse al Barcelona en la final (37-31), desplegando un gran juego en la segunda parte y haciendo valer su mejor juego ante un Barcelona Intersport lastrado por las pérdidas de balón.
El partido respondió a las expectativas en sus instantes iniciales y ambos equipos demostraron una gran intensidad para alternarse en el marcador y no ceder ni un milímetro a su rival (3-3, min.6). El Barcelona aprovechó su rapidez al contraataque para conseguir un parcial de 0-3 que le concedería la primera ventaja destacable de la final (5-8, min.12). Los rojiblancos no se arrugaron y respondieron a los pupilos de Xavi Pascual volviendo a igualar el marcador (8-8, min 14).
Los azulgrana siguieron mostrándose intratables en ataque , mientras que los de Dujshebaev se toparon con una sólida línea defensiva y un estupendo Daniel Saric, clave con sus paradas. Fue entonces cuando Joan Cañellas tomó la responsabilidad en el ataque rojiblanco con tres tantos que metieron en el partido a los suyos, situándoles a un tanto de diferencia.
Así, se llegó al descanso con una ventaja mínima para el Barcelona, pero con la sensación de que los de Xavi Pascual dominaban el encuentro y de que el Atlético tendría que jugar al límite de sus posibilidades para tener opciones de llevarse la Copa (14-15, min 30).
Dos goles seguidos de Nagy para el Barcelona rompieron las hostilidades al comienzo de la segunda mitad, pero los madrileños reaccionaron con fuerza y gracias a un parcial de 4-0 dieron la vuelta al marcador (18-17, min.36).
La diferencia favorable a los atléticos se incrementó gracias a un espectacular robo de Jurkiewicz que finalizó en gol, y aunque el Barcelona no le perdió la cara al duelo, los de Djushebaev estaban muy cómodos en la pista. El equipo azulgrana empezó a cometer imprecisiones y a perder balones y un gran Kallman acercaba la sexta Copa del Rey para los rojiblancos mediada la segunda parte (25-21, min.45).
El ''muro'' defensivo rojiblanco que ya desesperó al Torrevieja en semifinales volvió a hacer acto de presencia ante un Barcelona que necesitaba de acciones rápidas para culminar la remontada. Tal era la velocidad con la que intentaba jugar el Barcelona que los errores culés se hicieron cada vez más patentes y al Atlético le bastaba con conservar el buen juego desplegado hasta entonces para aumentar su renta (32-25, min.50).
El Barcelona no se rindió e hizo gala de su calidad y espíritu competitivo para acercarse en el marcador, pero los rojiblancos no se pusieron nerviosos y se hicieron con la sexta Copa del Rey de su historia.







 

El Atlético halla premio sin gasolina para buscarlo

Un golazo de volea de Miranda rescata a un equipo fundido tras el duelo ante el Besiktas y le hace mirar a Europa. El Granada estuvo ordenado pero no tuvo ambición. Falcao sentenció. 

Los caminos del fútbol son inescrutables. El Atlético encadenaba hasta hoy cinco partidos ligueros sin ganar, de forma injusta por su atrevida y enérgica apuesta futbolística en pleno efecto Simeone. Y, por el contrario, ante el Granada logró dejar atrás esta lacra, sin fútbol, con la gasolina en reserva y aportando los mínimos méritos posibles; que fueron pocos pero mayores que los de su rival. Una obra de arte de Miranda en una de las escasas aproximaciones al área enemiga, valió al equipo colchonero para desarticular al Granada, que fue tan ordenado siempre que olvidó desmelenarse en busca de puntos, que al final es lo que cuenta y lo que salva. Falcao sentenció al final adornando una victoria que ya nadie cuestionaba.
El partido no pasará a la historia más que por la hora, por la fiel respuesta del Calderón y por la obcecación de un colegiado que, sin ser determinante, agota en su afán de dejar jugar por norma; simplemente porque ese estilo le distingue. Con las piernas sobrecargadas por el desgaste europeo, el Atlético no pudo ofrecer su mejor versión. Aun así, demostró que su mordiente le da para flotar contracorriente en esta nueva era y que su carácter ya no varía ante cualquier fenómeno atmosférico. Su fe es inquebrantable. Y eso que a Adrián no le quedaba chispa tras fundir al Besiktas, a Falcao le sobran toques y la salida desde atrás no es la misma sin el desborde de Filipe y la imaginación de Diego. El Granada pudo meter en el dedo en la herida cuanto quiso. Sin embargo le sobró miedo, le faltaron mimbres y se quedó sin Jaime Romero, su mejor hombre, cuando éste hacía de guía.
Aburrimiento y escasa calidad
La primera mitad fue insoportablemente mala. En media hora nadie se acercó al área. El Atlético echó de menos como nunca el arte de Diego y Arda, mientras que el Granada se replegó tanto que le faltó calidad para hilvanar durante el largo kilometraje que separaba su cueva de la de Courtois. El empate era el único marcador posible a esas horas. Únicamente el error ajeno o la aportación arbitral podía desnivelar tal resultado. Miranda se afanó por hacer válida la primera premisa con dos errores de bulto a la hora de ir al corte. En la primera acción sufrió un eslalon de Jaime Romero que a punto estuvo de encontrar premio. En la segunda, no sólo su cadera volvió a crujir ante la internada de Uche, sino que después hizo una clara falta fuera del área y luego rozó el penalti en la misma línea para rematar la faena. Mateu amagó con pitar. Sin más.
El Granada comenzó entonces a sacudirse sus complejos y a olvidar sus bajas provocadas. Abel Gómez buscó la espalda de Gabi y Mario y desde ahí, en la zona de entrelíneas, lanzó a Jaime Romero siempre que quiso hasta que los isquiotibiales de la perla saltaron por los aires debido a sus eléctricas arrancadas. La lesión del joven albaceteño trastocó los planes de Resino, que tuvo que recomponer un dibujo elaborado ya de por sí parcheado con meritorios. El Atlético aprovechó el desconcierto para desperezarse. Lo hizo más por la obligación que por sus méritos en la elaboración. A balón parado se sintió seguro. Y así fue como logró ir la moral de su adversario. De la estrategia se valió para abordar a Julio César y reclamar por el camino alguna que otra mano de Mainz que también pudo acabar en penalti. Sin embargo, ni Falcao (lento) ni Adrián (espeso) daban miedo.
El Granada no sufría, hasta que Mateu Lahoz convirtió un pelotazo en la cara de Henrique en una mano que sólo vio él. La falta provocó el primer aviso serio de Koke en una jugada ensayada, cuyo lanzamiento desembocó en un córner decisivo. El del primer gol. El saque de Gabi fue malo, pero el rechace regresó a sus pies para darle una segunda oportunidad. Esta vez su envió conectó con la cabeza de Godín en el segundo palo. El central devolvió el balón al corazón del área pequeña y allí, su socio Miranda se redimió con una volea exquisita. 1-0. Tan precioso como inesperado.
Mucho miedo y poco juego
Falcao pudo sentenciar nada más arrancar la segunda mitad al aprovecharse de un gran pase de Koke y de su posición ilegal. Julio César estuvo imperial en el mano a mano. El partido seguía sin dominador y con más imprecisiones que detalles. Simeone decidió entonces ir cambiando a sus jugadores más agotados, a la vez que Abel metió a Ighalo por un lateral reconvertido como Cortés. Las escasa ambición granadina terminó por decaer cuando Mateu le dejó con diez.
Desde ahí hasta el final no hubo miedo en el Calderón a perder lo ganado. Ni tampoco hubo más alegrías que llevarse a la mesa que la reivindicación de Falcao. Su tanto se lo debe a la internada de Juanfran, cada día mejor lateral. Después, el palo impidió que el colombiano ampliara la renta. Un tercer tanto hubiera sido excesivo. El 2-0 ya era buen botín para las fuerzas con las que contó el Atlético para ir a buscarlo.


 



 

Resumen del partido R. Betis- Real Madrid

 Polémica final por un posible penalti de Ramos en el tiempo añadido. Magnífico encuentro del Betis, que mereció más. Otro doblete de Cristiano
 Mal presagio. Algo raro se notaba en el interior de Iturralde que le hacía parecer tan rígido como un caballero armado. Nunca sabremos si era faja, refajo o calzón reafirmante. El caso es que Gorka Sagués, el cuarto árbitro, sustituyó en el descanso al jefe lesionado. En ese instante no imaginó que su fama se prolongaría más de 45 minutos, 47 para ser exactos. Fue en ese último parpadeo cuando chutó Jefferson Montero y consiguió, sin pretenderlo, que su disparo sea más repetido que el gol que buscaba. La pelota vivió tanto y tan al límite que podrá escribir una autobiografía o casarse con Kate Moss: el balón sin frenos rozó a Marcelo en zona fronteriza, tropezó contra Ramos en lo que pareció pierna y brazo, y se perdió para siempre en busca y captura.
Suban a los tejados porque la ola que se avecina será de aúpa y en ella naufragaremos todos. Primero el Betis, que no merecía perder; después, el partido, que no merecía una cortina de humo. Siguiendo por el Madrid, que no necesita esto, y por no hablar del pobre cuarto árbitro, que afrontará el tiroteo sin faja que le cubra.
Sería una lástima que la polémica devorara el heroico encuentro del Betis y la capacidad del Madrid para disputar todas las batallas una vez ganada la guerra. Pero ocurrirá. El gran gol de Jorge Molina parecerá una centella de tan acostumbrados que estaremos a la moviola. Poco importarán los dos goles de Cristiano, 98 en 89 partidos. Reposen en esta crónica sus restos gloriosos y el relato de los goles.
Historia. Nueve minutos: Rubén Castro controló acariciando la pelota con el pie y quién sabe si con la mano (qué importa ya). Después se la entregó a Jorge Molina como el camarero que te sirve lo de siempre, con el vaso resbalando por la barra. Gol y primera sorpresa. El Betis parecía el Madrid.
Higuaín empató al rato. Özil le buscó en profundidad y era tanta la carrera que le quedaba hasta la portería que incluso sus defensores dudamos de él. Le caza el central, pensamos; le roba, le entorpece, le agarra. Ni le sopló. El falso malo es también falso lento. Higuaín miró al línea, observó al portero y hubiera tenido tiempo de saludar, caso de tener compromiso.
El Betis no se arredró. Siguió esperando al Madrid con las botas en los tacos de salida, las líneas juntas y las orejas tiesas. Barça aparte, el Madrid no recordaba un adversario tan valiente y tan dispuesto. Por eso, cuando Cristiano adelantó al Madrid en la reanudación creímos que el partido estaba decidido. Más que un gol parecía un augurio: si no era el talento, sería la suerte, si no Cristiano. De todo hubo.
La enésima proeza del Betis fue empatar en el turno de réplica. Entonces sí marcó Jefferson Montero. Otro partido a estrenar y el Madrid atónito ante tanta resistencia.
Los minutos que siguieron fueron béticos y rebéticos, con Casillas convertido en pinball. Penalti de Xabi y tres cuartos de lo mismo a Kaká. Hasta que sucedió lo inevitable. Ramos cabeceó, Fabricio se lució y el de siempre rebañó las sobras. No es que Cristiano sea grande; es el campo el que se le hace pequeño, el mundo. No es Supermán, es Gulliver. Gigante, pero no tanto como la ola que se avecina.

 






viernes, 9 de marzo de 2012

El Barça cae tras nueve meses invicto en el Palau

Liga Endesa. Jornada 23. Barcelona 63-66 Banca Cívica.

 El equipo sevillano, que ya había ganado al Barça en la primera vuelta, también se ha impuesto en el Palau.

 Un Barcelona Regal muy espeso, fallón, sin ritmo y que no tuvo fuerza al final, jugó con fuego ante un Banca Cívica que se limitó a verlas venir. Y al final los azulgrana se quemaron, perdiendo el primer encuentro en el Palau (63-66) desde el 15 de mayo de 2011 y cortando una racha de 24 triunfos consecutivos (16 en Liga y 8 en Euroliga). Aquel día lo hicieron ante Unicaja (79-84).
Los andaluces sorprendieron al equipo de Xavi Pascual en el primer cuarto con un Txemi Urtasun muy efectivo en ataque y parando a Navarro en defensa. Esa combinación, dos triples de Guille Rubio y una canasta de Satoransky daban una ligera renta a los de Plaza (14-22, min. 9). Rabaseda anotaba su tercer triple en siete minutos y empataba la contienda (32-32, min. 16), pero Pascual lo sentaba por Mickeal que lograba la máxima ventaja catalana (38-34, min. 18). Aunque no hubo continuidad y los locales se fueron al descanso con la mínima renta a favor.

Calloway.

Aún así las ventajas de uno y otro no pasaban de uno o dos puntos. Con 51-55 (min. 32), el Barça pedía tiempo y Vázquez relevaba a Ndong, pero el senegalés tampoco tenía su noche. En el último cuarto era Calloway el que mantenía a su equipo en la pelea. Los azulgrana no podían dar el golpe de gracia y era el renqueante Paul Davis el que avanzaba a su equipo (63-64) a falta de 40 segundos. Lorbek fallaba el siguiente tiro y, además, cometía falta sobre Bogdanovic. El serbio no la desperdició (63-66).
Aún con 15 segundos por jugar Navarro falló un triple, rechace y fallo de Lorbek y nuevo triple errado por Mickeal para cerrar una noche para olvidar y más frente a un conjunto sin dos de sus piezas claves; con Davis tocado y English, lesionado.

BARCELONA: 63
BANCA CÍVICA: 66
Barcelona Regal: Huertas (4), Navarro (3), Mickeal (10), Lorbek (12), Ndong (5) -cinco inicial-; Sada (2), Perovic (8), Vázquez (2), Wallace (-), Ingles (5) y Rabaseda (12).

Banca Cívica: Calloway (8), Urtasun (12), Jasen (5), Rubio (13), Triguero (6) -cinco inicial-; Tepic (2), Satoransky (8), Sastre (2), Bogdanovic (5) y Davis (5).

 










"Superman" Howard cortó la racha triunfal de los Bulls

Howard, con un doble-doble de 29 puntos, 18 rebotes y tres tapones que consiguió en los 42 minutos que estuvo en el campo, no dio ninguna opción a los hombres altos de los Bulls.

La figura del pívot Dwight Howard surgió con más poder que nunca y esta vez lo hizo en el United Center de Chicago, donde se convirtió en el líder indiscutible que guió a los Magic de Orlando al triunfo como visitantes por 94-99 ante los Bulls.
Howard, con un doble-doble de 29 puntos, 18 rebotes y tres tapones que consiguió en los 42 minutos que estuvo en el campo, no dio ninguna opción a los hombres altos de los Bulls a que pudiesen controlar sus acciones. Además del poder que impuso dentro de la pintura, también estuvo inspirado en los tiros de personal al conseguir 7 de 10, mientras que en los de campo logró 11 canastas en 19 intentos.
El duelo bajo los aros con el pívot Joakim Noah, de los Bulls, siempre estuvo de su lado y de los 18 rebotes que capturó repartió siete bajo la canasta del equipo de Chicago y 11 en la suya propia.
La victoria de los Magic (26-15), fue la tercera en los últimos cinco partidos disputados y la décima en 13 encuentros, que les permiten seguir segundo en la División Sureste, donde los Heat de Miami (30-9) ocupan el primer lugar.
El escolta Jason Richardson se convirtió en el segundo máximo encestador de los Magic al conseguir 18 puntos, mientras que Orlando como equipo logró 42 por ciento de acierto (32-76) en los tiros de campo y el 42 (11-26) de triples, comparados al 41 (35-86) y 23 (5-22), respectivamente, de los Bulls.
De nuevo los triples hicieron la diferencia en el ataque de los Magic, que tienen el mejor porcentaje de la liga en esa estadísticas del juego, y Richardson los lideró con 4 de 8 tiros desde fuera del perímetro.
El ala-pívot Ryan Anderson, que aportó también un doble-doble de 11 tantos y 10 rebotes, anotó 3 de 9 triples, mientras que el alero turco Hedo Turkoglu llegó a los 13 tantos, capturó seis balones bajo los aros y repartió seis asistencias.
Los Bulls (33-9), que rompieron racha de ocho triunfos consecutivos y también se quedaron sin la mejor marca de la liga, que ahora vuelve a pertenecer a los Thunder de Oklahoma City (31-8), tuvieron en el ala-pívot Carlos Boozer a su mejor jugador tras conseguir 26 puntos, siete rebotes y recuperar cuatro balones.
El base estrella Derrick Rose, de los Bulls, que perdieron sólo el tercer partido de los 18 disputados en el United Center, aportó 17 puntos, pero anotó sólo 6 de 22 tiros de campo y esta vez no consiguió los decisivos en la recta final del encuentro.
Los Bulls, que también tuvieron el apoyo del alero reserva Taj Gibson, que aportó 14 puntos, consiguieron por dos veces remontar una desventaja de dobles dígitos y con 2:56 minutos por jugarse se pusieron arriba en el marcador con parcial de 91-89 y canasta se Boozer a pase de Rose.
Pero los Magic respondieron con racha de 8-1 y una gran defensa después de que el base Jameer Nelson diera un pase perfecto a Howard que hizo un mate espectacular.
Anderson anotó un triple y consiguió dos puntos más desde la línea de personal que completaron la remontada de los Magic, que con cuatro segundos antes del final el escolta J.J.Redick sentenció al anotar dos tiros de personal.
La victoria permitió a los Magic recuperarse de la humillación que sufrieron el pasado martes cuando de forma sorpresiva perdieron por 100-84 ante los Bobcats de Charlotte, el equipo con la peor marca de la liga después de haber tenido 21 puntos de ventaja.

 

 

 

 

 

 

Festival hasta el agotamiento


 Un magnífico Atleti se fue 3-0 al descanso. Golazos de Salvio (2) y Adrián. Gran Koke. Los del Cholo se desplomaron luego. Simao dio vida al Besiktas.

Como el Atleti fue el doble de equipo que el Besiktas, le bastó medio partido para encarrilar la eliminatoria, pero... Pero los rojiblancos están en depósito. Una plantilla corta y una oleada de lesiones fundamentales (Diego, Arda, Tiago, Sílvio...) son justo lo que el doctor recomienda evitar si uno juega con la intensidad y la constante presión que propugna el Cholo. Simeone lo sabe y por eso, pese a que un gol más cerraba el asunto, quitó en el último tramo a sus tres mejores atacantes ayer (Adrián, Salvio y Koke) pensando en la Liga. En este momento, calcular el reparto de minutos es física cuántica. Lástima, porque mientras le aguanta el cuerpo este Atleti merece la pena.

La primera parte fue un baño en toda regla ante un Besiktas en el que el pobre Manuel Fernandes no daba abasto para encargarse de todas las tareas de la casa. Tres minutos tardó en liarla Adrián, que cualquier día va a derribar la puerta de la Selección con un ariete, harto de aporrearla. Su pase de la muerte, tras uno de esos cambios de ritmo marca de la casa, se le quedó levemente atrás a Falcao, que remató rozando el palo.
El siguiente en entrar en escena fue Salvio, ese hombre indescifrable. Su primer número fue pifiar incomprensiblemente un remate a puerta vacía previo pase de Koke. En ese instante tuiteé "Salvio no es malo, es diferente. Diferente a los buenos" y recibí una catarata de apoyos de desesperados hinchas atléticos. Pero, tras un fallo de Falcao solo ante el portero, el Toto procedió a responder con dos golazos en cuatro minutos.
A los 24' controló con precisión un magnífico pase de Koke, recortó con elegancia a Kavlak y batió a Cenk. Antes de que el Manzanares dejase de aplaudir, Salvio se encontró de nuevo frente al portero y le superó con una hermosa vaselina. Así que dejémoslo en que Salvio es diferente a todos, a los buenos y a los malos, es un enigma, un verso libre que a veces rima y otras chirría. Es Salvio, en definitiva.
El pase del 2-0, por cierto, fue también de Koke, que se agiganta por días y se ha ganado mantener el protagonismo cuando vuelvan Arda y Diego. El recital del canterano se completó con una gran dejada a Filipe Luis, que el brasileño convirtió en deliciosa con un caño a Toraman. Cenk evitó el gol, pero nada pudo hacer en el minuto 37, cuando Adrián conjugó su cambio de ritmo con el de dirección, dejando a Kork­maz dando vueltas sobre su eje, y ajustó el remate al larguero: 3-0 y el Besiktas pidiendo árnica.

Hundimiento.

Pero del descanso regresó un Atleti de todo menos descansado. Una sombra. El Besiktas aprovechó el derrumbe rival y el jugar con once, una vez que su técnico mandó a Quaresma a darse una ducha evitable, pues ni había sudado. Y como el destino es juguetón, marcó Simao, no podía ser otro. El exatlético enganchó un rechace en la frontal y la clavó en la escuadra. Golazo y tembleque.
Por fortuna para el Atleti, cuando todo lo demás falla, le queda Courtois. El belga le ganó un cara a cara a Pektemek y, ya en el 87', otro a Holosko. Mucho portero. Así, el Atleti llegó a meta exhausto, pero victorioso. La eliminatoria viaja a Estambul viva, aunque bien enfilada. Eso sí, que vuelvan pronto los enfermos o estos chicos desfallecen.








 

El Athletic toma Old Trafford

El Athletic tomó anoche Old Trafford y no se fue con la eliminatoria resuelta, con una goleada de escándalo, por un gran De Gea y la mala suerte. Fue histórico el baño de fútbol que pegaron los Bielsa Babes, que ya se merecen tal apodo, al subcampeón de la Champions. Había que ver a Rooney achicando balones en la izquierda, a Ferguson replegando a su equipo ante la realidad de que la única manera de hacer daño a los leones era al contragolpe. Este Athletic es ya muy grande y cada vez se parece más en fútbol al Barça. Sí, han leído bien, al Barça.
Si les parece exagerada la comparación siéntense hoy a ver sus dos primeros goles, que levantaron un partido que había puesto difícil Rooney por un acelerón de Giggs, el eterno zurdo de seda, y una genialidad de Chicharito. Este Athletic de Bielsa cree tanto en lo que hace que se puso a remar, a tocar, con un Iturraspe excelso, un Llorente inabordable y un Muniain desbordante. Fabricar en el Teatro de los Sueños una docena de ocasiones claras, chutar 26 veces y doblar en córners a los locales no está al alcance de cualquiera. Únicamente De Gea, con una actuación estelar, dejó la intriga para un San Mamés que no fallará. El meta y la mala fortuna en un penalti in extremis por mano de De Marcos. Tan claro como el que no se señaló en ese área a Llorente con 0-0.
El equipo bilbaíno debía afrontar la cita sin presión, pero la masiva movilización de aficionados obligaba a dar una respuesta de la magnitud del encuentro. Se superaron. La duda de si el aliento serviría para llevarles en volandas o haría que les pesasen las botas ante un United muy precavido se disipó bien pronto. La pelota fue siempre visitante y sólo inquietó la imaginación de Giggs. Los tantos de Llorente, De Marcos y Muniain quedan ahí para la historia, pero debieron llegar varios más.

Una celebración muy contenida

El Athletic se contuvo en su celebración final y aunque levantaron las manos unidas ante su público, no quisieron desatar la euforia por dos razones, porque falta el partido de vuelta y por el gol in extremis en un penalti inesperado. La afición, eso sí, no se quería ir de la grada. Estuvo de diez.



 









jueves, 8 de marzo de 2012

La mano de Messi

Leo hace historia al marcar cinco goles en un partido de Champions. Tello completa la goleada con dos más. El Barça, a cuartos por quinta vez consecutiva.

Los 75.632 espectadores que lo vivieron en directo podrán decir eso de "yo estuve ahí", como en su día lo dijeron los que vieron a Chamberlain meter 100 puntos en un partido, Alí noquear a Liston o a Beamon volar en México. Como todos esos privilegiados, acababan de presenciar algo sublime. La actuación de Messi se impone a cualquier otra consideración derivada del partido de ayer. Messi metió una mano de goles en un partido de Champions. Esta temporada había marcado ya cuatro al Valencia y hace dos temporadas le hizo otro póker en Champions al Arsenal. Ayer se superó.
Lo de ayer le dispara en todos los récords. Sören Lerby, del Ajax, fue el último en lograr algo semejante cuando la competición se llamaba Copa de Europa. Fue ante el Omonia de Nicosia el 24 de octubre del 79 en un partido que acabó 10-0. Ese año, Hansi Krankl le marcó cinco en un partido de Liga al Rayo Vallecano. Desde entonces nadie había logrado nada igual en el Camp Nou ni en la Champions.
Con su gesta, Messi ya suma 12 goles en siete partidos de Champions, siete más que su perseguidor, el alemán Mario Gómez; iguala los 49 de Di Stéfano en competiciones europeas y se sitúa como quinto máximo goleador de las competiciones europeas. Y por si fuera poco, está a siete goles de desbancar a César Rodríguez como máximo goleador de la historia del Barça en partidos oficiales. Y tiene 24 años. La actuación de Messi, gracias a las redes sociales tuvo un efecto viral en el mundo y los elogios se desbordaron en tiempo real. Wayne Rooney desde su twitter, tras el cuarto del argentino, dijo que "es el mejor de todos los tiempos". Y como él, se sucedieron los elogios. Jack Wilshere, Falcao, Rivaldo... la mano de Messi conquistó al mundo. Y eso que antes de salir a jugar se tomó una pastilla en el túnel porque le dolía la cabeza.
El choque. El encuentro en si mismo, octavos de final vuelta de la Champions League, fue lo que pasó entre obra de arte y obra de arte del '10' argentino. Con una alineación en la que la nota más destacada era la nueva oportunidad que Guardiola le daba a Pedro, que progresa adecuadamente, el Barcelona se hizo enseguida con el control del partido bajo la dirección de Iniesta y Xavi.
A los 25 minutos, un pase magistral de Xavi le sirvió a Messi para iniciar su festival. A partir de ese momento, el Bayer, muy blandito atrás y sin apelar nunca a su superioridad física, fue un juguete en manos de los jugadores del Barça, que movían la pelota como querían. Y cuando ésta llegaba a los pies de Messi, lo único que podían hacer era ponerse a rezar.
El 2-0 logrado por Leo antes de la media parte ya le daba al Barça el billete a los cuartos de final por quinto año consecutivo.
La segunda fue un vendaval. Messi se desmelenó y por si faltaran ingredientes al espectáculo, Guardiola dio entrada al terreno de juego a Cristian Tello, quien se sumó a la fiesta con sus galopadas y dos goles más. Sólo en el descuento, los alemanes marcaron el gol del honor mientras el Camp Nou se olvidaba de escándalos y volvía a disfrutar del fútbol de la mano de Leo.










 

miércoles, 7 de marzo de 2012

Un Arsenal magnífico se quedó a un paso del milagro

Koscielny, Rosicky y Van Persie marcaron antes del descanso, pero no pudieron rematar a un Milán que pasó miedo.

Pocas veces una muerte fue tan digna. El Arsenal no estará en el bombo de los cuartos de final de la Liga de Campeones pero lo podría haber logrado si sus fuerzas hubiesen aguantado un poco más. Y es que los 'gunners' remaron hasta la orilla pero sus fuerzas flaquearon antes de tiempo y perecieron cuando casi hacían pie. Koscielny, Rosicky y Van Persie avivaron las esperanzas antes del descanso, pero no consiguieron derribar el muro en su totalidad por el buen manejo del tiempo por parte de los milanistas.
Pasa el Milán a cuartos. Un equipo que nada se asemejó al visto en San Siro hace dos semanas. El equipo de Allegri se refugió en la renta cosechada en casa y fueron rebasados desde el inicio por un Arsenal voraz en la recuperación y vertiginoso en el ataque. La ineficacia de su centro del campo se transmitió a la defensa 'rossonera' hasta poner en claro peligro el botín de la ida. Fue en el segundo tiempo cuando asomaron Robinho e Ibrahimovic para poner a prueba a un Szczesny inconmensurable en todas sus acciones.
Solo el hecho de soñar con meter cuatro goles a un equipo italiano resultaba casi una temeridad. El Milán selló prácticamente el pase a cuartos de final de la Liga de Campeones hace dos semanas y nada hacía presagiar una mutación devastadora. Pero el Arsenal tragó saliva y se aferró al buen momento de Van Persie. La gesta pasaba por unos primeros minutos de acoso a la portería de Abbiati.
Ambos estilos colisionaron desde pitido inicial. El Arsenal imprimió velocidad al juego mientras el Milán aguantaba el chaparrón como podía. De ese choque futbolístico salió airoso el equipo 'gunner' desde bien temprano. Un córner botado por Chamberlain cayó por la zona del central francés y éste, libre de marca, sólo tuvo que poner la cabeza para despertar las ilusiones de los londinenses.
El Milán era una caricatura del de San Siro. No supo metabolizar el tempranero golpe y el Arsenal se quiso aprovechar del momento. Con una presión asfixiante, transiciones rápidas y una movilidad jaquecosa de sus atacantes, el equipo de Wenger arrinconó a su rival hasta verle desprotegido y soltar los siguientes crochés. Todos avanzaban en la misma dirección, a la dirección que sugería Rosicky. El checo movía y Van Persie marcaba al rival con latigazos. La refinada cara del Arsenal y la vulgar imagen del Milán hacían replantear los pronósticos a las casas de apuestas, 21 euros por euro apostado para los 'gunners' al comienzo del encuentro y sólo 2,55 al descanso. Y todo por los goles de los dos abanderados del Arsenal. Rosicky hizo el segundo tras un fallo garrafal de Thiago Silva, impropio de él pero reflejo claro de la caraja milanista, y Van Persie puso la locura al filo del descanso al transformar un penalti cometido sobre Chamberlain.
Un Arsenal desfondado se ahoga en la orilla
Lo más difícil ya estaba hecho. Los tiempos se habían marcado a la perfección y el Arsenal se fue a los vestuarios con la necesidad de marcar únicamente un gol para ir a la prórroga. Seguramente que los 'gunners' hubiera preferido saltarse el descanso y aprovechar la inercia del primer acto. Y es que el conjunto 'rossonero' adelantó sus líneas y por consiguiente su imagen mejoró sustancialmente. Robinho siempre se ofrecía e Ibrahimovic era la vía de escape. Todo ese trabajo lo destrozaba su gripada zona de máquinas. Una pérdida de Van Bommel pudo causar la devastación total a falta de media hora para el final de no ser por los reflejos de Abbiati ante el disparo de Van Persie en boca de gol.
El cansancio rompió por completo el encuentro y a menudo se frecuentaban las áreas por regalos del rival. De ese intercambio de imprecisiones resurgió el cancerbero Szczesny al repeler uno de esos disparos inesperados de Ibrahimovic y al atajar en línea de gol un intento de Nocerino.
El Arsenal nunca abandonó el campo de batalla. Lo intentó por todos los medios pero el despliegue físico del primer tiempo pasó factura y el equipo acabó ahogado en la orilla de los cuartos de final. Ahí estará un Milán bipolar, romántico en la ida y timorato en la vuelta.








 

martes, 6 de marzo de 2012

La final de Copa del Rey será en el Calderón el día 25 de Mayo

La decisión se ha tomado a mano alzada, con 22 votos favorables al Vicente Calderón, el estadio que queria el Barcelona, por 14 de La Cartuja de Sevilla, la opción preferida por el Athletic.

El estadio Vicente Calderón, en Madrid, será el escenario que finalmente albergará la final de la Copa del Rey que disputarán el FC Barcelona y el Athletic Club el próximo día 25 de mayo.
La decisión se adoptó este martes mediante una votación a mano alzada durante la Junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol, que se resolvió con 22 votos favorables al Vicente Calderón, el escenario que quería el Barcelona, frente a los 14 de La Cartuja de Sevilla, la opción preferida por el Athletic.
La reunión se prolongó durante más de dos horas y a la misma no asistieron representantes del club azulgrana como señal de protesta porque no se atendiera su petición inicial para que la final de jugará en el campo del Real Madrid, el Santiago Bernabéu.
Finalmente, la Federación ha tenido que decidir después de que Barcelona y Athletic mantuvieran dos reuniones sin llegar a un acuerdo. En el primero, ambos clubes solicitaron el Bernabéu como sede, pero el Real Madrid pretextó unas obras para bloquear que fuera en su estadio. En el segundo, celebrado el viernes, el Athletic pidió que se jugara el día 20 de mayo en La Cartuja de Sevilla, pero el Barcelona solicitó el día 25 en el Calderón.
A la cita en Madrid no ha asistido el presidente azulgrana Sandro Rosell, perosí el del Athletic, Josu Urrutia.














 

lunes, 5 de marzo de 2012

y ya no falta nadie

Higuaín estaba en duda y Kaká lo viene estando desde que llegó. A uno le pesa la comparación y al otro el precio. La coincidencia es su respuesta a la confianza. Ayer la tuvieron y ayer coincidieron: doblete y asistencia para Higuaín y un gol y dos asistencias para Kaká. El Bernabéu feliz (sólo faltó el gol de Morata) y el Espanyol no tanto.
Diremos, para empezar, que el Madrid puso lo mejor de sí mismo y Pochettino, hombre carismático y respetabilísimo, lo peor. Su planteamiento estuvo cargado de buenas intenciones y de malas ideas. Se expuso de forma temeraria al adelantar la defensa y se terminó de condenar cuando ordenó sacar el balón desde atrás, al estilo Barça. Hay que estar muy dotado para pretender algo así y hasta el Barcelona pasa apuros cuando el Madrid está enfrente y adelanta las líneas. Ni qué decir el Espanyol.
El anfitrión, que arrancó entre bostezos, no tardó en advertir que aquello era una mina. Un equipo tan veloz y tan dinámico en los desmarques, con tan buenos pasadores (Özil, Özil, Özil), interpreta los espacios como una invitación al amor. Para colmo, el Espanyol no mordía. Se comportaba como si aceptara el intercambio de golpes, como si dispusiera de un arma secreta o de un gancho demoledor. Nada se le vio, ni puño ni cañón.
El primer gol llegó por acoso. Los atacantes del Madrid agobiaron a la defensa y Raúl Rodríguez entró en pánico. Regaló la pelota y propició una jugada fulminante, de pases rapidísimos y ejecución inmisericorde. Trigésimo gol de Cristiano.
Cabía la posibilidad de que el golpe liberara al Espanyol, pero tampoco era eso. Verdú no era Verdú, sino un familiar lejano, Weiss no abría brecha y Coutinho tardó 20 minutos en tocar el balón. A partir de entonces se manifestó de forma intermitente: un buen tiro, un pase fino, algo de bisutería. No era mucho, pero siempre pareció la opción más peligrosa de su equipo... si exceptuamos a Carvalho.
El central exploró los movedizos terrenos de la tragicomedia. Lento y rígido, retrasó un par de balones que fueron sustos para Casillas y objetos de burla para el Bernabéu. Mourinho le ahorró la agonía y lo sentó al descanso. Esa decisión dejó bien al entrenador y algo peor al mánager general.

Por fin.

Khedira marcó el segundo gol como imaginamos que siempre sería, como si jugara con la selección alemana, irrumpiendo desde atrás con casco prusiano. Para terminar de sentirse como en casa, el pase se lo dio Özil (18 asistencias). Nunca es tarde para volver, ni siquiera para empezar.
Pochettino culpó a Coutinho y Álvaro y los dejó en el vestuario. Por jóvenes, se supone. Entraron Baena y Sergio García. También Varane. Y cayeron tres más.
Hasta ese instante, Kaká había estado bien, pero sin pasarse. En parecido registro se movía Higuaín, colaborador pero negado ante el gol. En la segunda mitad se descorcharon y dejaron dedicatoria: para los que dudan.
Higuaín culminó una asistencia de Kaká para hacer el 3-0. El cuarto lo marcó Kaká por insistencia y calidad. Indagó en el área hasta encontrar una luz, chutó con sutileza y el balón entró dando las vueltas justas para llegar a la portería. El quinto repitió protagonistas: asistencia de Kaká y chutazo de Higuaín.
El Bernabéu despidió con una sentida ovación al argentino, porque lo estima más que ciertos jefes y algunos críticos. Son cinco años ya. Sin una extravagancia y con muchos más goles de los que recuerdan los prejuiciosos (16 en esta Liga). Hay delanteros más bonitos, pero no mejores.
De Kaká irritan los desmayos, pero sin ellos es el novio de América. Su única amortización es jugar y cuanto más juega mejor resulta. Con el gol que valga la Décima quedará en paz. O casi.

 





Los Lakers exhiben su clara mejoría frente a Miami (93-83)

Los Ángeles Lakers exhibieron sobre la pista la clara mejoría que han experimentado en las últimas semanas con una sólida victoria frente a los Miami Heat (93-83), que volvieron a jugar sin el ala-pívot Chris Bosh, de baja por la reciente muerte de un familiar.
Kobe Bryant pelea un balón bajo el aro a Joel Anthony. Mark J. Terrill | AP
Kobe Bryant finalizó con 33 puntos y Metta World Peace apoyó con 17. Pau Gasol aportó 11 puntos, 10 rebotes y cuatro asistencias. Por los Heat destacaron LeBron James (25 puntos, 13 rebotes, siete asistencias) y Dwyane Wade, con 16 tantos y cinco asistencias.
Los californianos venían de una racha de cuatro derrotas seguidas ante Miami. Además, el partido reunía en la pista de nuevo a Bryant y Wade, después de que el escolta de Miami le fracturase la nariz a su rival el fin de semana pasado durante el Partido de las Estrellas.

Noche latina

Era la noche latina en el Staples Center a pesar de que el partido se disputaba al mediodía. Los jugadores, que portaban los logos de "los Lakers" y "el Heat" en las camisetas, prendieron la mecha haciendo gala de sus mejores armas: la agresividad y altura de los locales y el físico y velocidad de los de Miami.
La defensa de los de Mike Brown no tardó en ponerse en marcha y solo se veía resquebrajada por Miami a través de contraataques, pero un enchufado Bryant (18 puntos en el primer cuarto) guiaba a los californianos a pesar del acierto desde el triple de Mario Chalmers.
Apoyados en el esfuerzo de Bynum en la zona con tres tapones en nueve minutos, los Lakers sorprendieron a los de Erik Spoelstra también con el esfuerzo de su segunda unidad, incluido un alley-oop de Steve Blake a Matt Barnes y la aportación del novato Andrew Goudelock.

A flote

Solo James permitía a Miami permanecer a flote sin apenas aportación de sus hombres altos, y aunque Wade y Chalmers dieron un paso adelante, no resultó suficiente para romper la solidez de los angelinos, a la que se sumó Incluso World Peace con un triple (50-34) poco antes del descanso.
El equipo de Florida había anotado el 38,5 por ciento de sus tiros para entonces, y su porcentaje descendería al final del choque.
Gasol, hasta entonces sin apenas incidencia en el juego, aprovechó bien los balones que le llegaron al comienzo del tercer cuarto, lo cual obligó a James a emparejarse con él.
Sin embargo Miami dio la vuelta a la situación para colocarse a dos (60-58) al aprovechar el despertar de Shane Battier, precisamente defendido por el español, mientras la figura de James se hacía cada vez más grande a ambos lados de la cancha.

Pérdida de control

Bryant parecía tener la pólvora mojada y tanto Bynum como Gasol estaban desdibujados. Los Lakers habían perdido el control del juego y cometían demasiadas pérdidas. Bajo ese panorama, un triple de Blake y una asistencia de éste a World Peace aclararon la situación a falta de un cuarto (71-62).
Los nervios estaban a flor de piel. Gasol empujó a James después de que éste se encarara con Troy Murphy y ambos recibieron sendas técnicas. Caían los minutos, World Peace se empleaba a fondo en defensa -sorprendía incluso con determinadas acciones en ataque- y Bynum resurgía.
Wade, que hizo cuatro faltas en apenas dos minutos, fue expulsado por personales cuando quedaban 5:14 por jugar y dejaba maniatados a los Heat, que quedaban completamente a expensas de James.
A partir de ahí el duelo se convirtió en un mano a mano entre la estrella de los de Florida y Bryant, con golpes asestados puntualmente por Chalmers y Bynum.

En los últimos instantes el número 24 asumió la responsabilidad, afinó el punto de mira y llevó a los Lakers a algo más que una victoria: una importante inyección de moral.
 





































domingo, 4 de marzo de 2012

Irlanda examina la opción de título de una Francia invicta


Quince días después de que un Saint Dennis helado obligara a la suspensión del partido, Francia e Irlanda se verán las caras en un encuentro clave para las opciones de ambos. El XV del Gallo tiene un objetivo: llegar invicta al Estadio del Milenio de Cardiff el 17 de marzo para allí jugarse título y honores ante los dragones galeses. Para ello debe tumbar hoy a Irlanda y el próximo domingo a Inglaterra, ambos choques en París. "Necesitaremos que la afición sea el jugador número XVI y esté detrás de nosotros", advierte Saint-André, técnico francés, que contará con Bonnaire y Poitrenaud como novedades.
Pero también Irlanda se lo juega todo, ya que tras caer en Dublín en un espectacular partido ante Gales (21-23), ganó con superioridad a Italia (40-12) en una gran segunda parte. Será la referencia a tomar por el XV del Trébol, que luchará contra su negra historia en Francia, donde sólo ha ganado una vez desde 1972. Fue en el 2000 y sólo O'Gara sigue en el equipo. El técnico Kidney confía en repetir hazaña: "Si jugamos a nuestro mejor nivel, ganaremos. Llegar a ese nivel es el desafío".

El Chelsea confirma la destitución de Villas-Boas


El entrenador del Chelsea, el portugués André Villas-Boas, fue despedido hoy por el club inglés, según confirmó hoy la institución deportiva, un día después de que el equipo sufriera una nueva derrota en la liga inglesa. Villas-Boas y el club "se han separado", señaló el Chelsea, que ha colocado al asistente del entrenador, Roberto Di Matteo, como técnico provisional hasta finales de la temporada.
La noticia se conoció un día después de que el Chelsea, que solo ha ganado uno de los últimos siete partidos, sufriera ayer sábado una nueva derrota en la liga inglesa, frente al West Bromwich (1-0) y se situara en el quinto lugar de la tabla de clasificación.
El entrenador portugués, de 34 años, había sido contratado por el club hace ocho meses y le supuso al dueño del Chelsea, el multimillonario ruso Roman Abramovich, unos 13,3 millones de libras (unos 15,8 millones de euros) cuando lo fichó procedente del Oporto.
"André Villas-Boas se ha separado hoy del club Chelsea. La junta (del club) quiere darle las gracias por su trabajo y queremos expresar nuestra decepción de que la relación terminara tan pronto", señala el comunicado de la institución. "Desafortunadamente, los resultados y el rendimientos del equipo no fueron lo suficientemente buenos y no mostraban señales de mejoría en un momento importante de la temporada", añade.
"El club aún compite en las últimas etapas de la Liga de Campeones de la UEFA y la Copa de FA (Federación de Fútbol), así como desafiando un lugar entre los cuatro primeros en la Premier League (liga), y tenemos como objetivo ser lo más competitivos posible en todos los frentes", puntualiza el texto.
"Teniendo esto en mente -subraya el comunicado-, sentimos que nuestra única opción era hacer un cambio en este momento. Con efecto inmediato, Roberto Di Matteo ha sido designado entrenador de manera provisional hasta el final de la temporada". El Chelsea atraviesa por lo que los comentaristas deportivos consideran puede ser una de sus peores temporadas desde que Abramovich compró el club inglés hace casi nueve años. En las últimas semanas, los comentaristas cuestionaban seriamente el trabajo del entrenador portugués.


David Ferrer gana el Abierto Mexicano

Ferrer dominó por completo el encuentro con Verdasco y se llevó el triunfo en 70 minutos para su tercera corona de Acapulco, conquistada sin perder un parcial en la semana en la que se disputó sobre tierra batida.
"Quiero felicitar a Verdasco, es un digno rival mío, es un grande y estoy seguro que va dar muchas alegrías al tenis, realmente es muy bueno", comentó Ferrer al recibir el trofeo de campeón y su premio de 300.000 dólares. El español igualó la marca de tres títulos del Abierto Mexicano, que logró en los albores de este torneo el austríaco Thomas Muster, quien tiene el récord de cuatro campeonatos consecutivos en 1993, 1994, 1995 y 1996.
Ferrer ha ganado los títulos del Abierto Mexicano de los años 2010 y 2011 y se ha colocado a uno de empatar la marca del tenista austríaco. "No he sido digno rival para él, después del partido desastroso que he hecho no sé qué decir", comentó Verdasco al recibir su premio como finalista de la competición mexicana.
El torneo femenino fue ganado por la italiana Sara Errani al vencer en la final a su compatriota Flavia Pennetta por 5-7, 7-6(2) y 6-0.

El Málaga se mete en la Champions a cañonazos

El Málaga de la primera parte jugó como un equipo de descenso. En el descanso se tridimensionó y decidió entrar en plaza Champions sí o sí y lo hizo a cañonazos, con tres goles desde fuera del área compitiendo uno con otro en belleza.
Ninguno de los goles fue en combinación, de jugada, porque el Málaga jugar juega poco. En ese sentido le superó el Getafe, que basculaba el balón y que encontró en la banda derecha una vía por donde Valera se saltaba los radares. Le sacó los colores a Monreal y a Isco, un virtuoso que ayer se dejó el talento en la nevera.
La primera parte acabó con un 1-0 corto para el Getafe, que además acumuló ocasiones de Miku, Juan Rodríguez, Güiza y dos de Diego Castro. En el Málaga sólo inquietó Rondón, lo que le dejó un Cata Díaz que se pegó a él como un desodorante.
Como quien tira dados o pide naipe, Pelegrini se la jugó y en la reanudación sacó a Joaquín y Eliseu, desborde y velocidad. Tanto se echó adelante el Málaga como para atrás el Getafe, y llegó el momento del Málaga. La primera la falló Seba, clarísima. Un minuto después, Eliseu se sacó un trallazo desde el vértice del área que entró por la escuadra. El gol rompió al Getafe y giró el partido por completo a favor del Málaga. Al concurso de cañonazos se apuntó después Toulalan (gran jugador) y por último Cazorla. Tres golazos, tres puntos y el Málaga en Champions.

 






sábado, 3 de marzo de 2012

El WBA deja al Chelsea a 20 puntos del Manchester City

El Chelsea que entrena el portugués André Villas-Boas, que sólo ha ganado uno de los últimos siete partidos,sufrió hoy una nueva derrota en la liga inglesa, en esta ocasión frente al West Bromwich (1-0).
Un gol a diez minutos para el final del defensa norirlandés Gareth McAuley, que aprovechó la confusión creada en el área a la salida de un córner, vuelve a dejar contra las cuerdas a un Villas-Boas que ha sido seriamente cuestionado en el banquillo de los "blues" en las últimas semanas.
El portugués, que pareció tocar fondo en su cargo como técnico de los "blues" al perder su equipo por 3-1 en Nápoles en la ida de los octavos de la Liga de Campeones, volvió a optar esta tarde por una delantera formada por el marfileño Didier Drogba y el joven inglés Daniel Sturridge.
El español Fernando Torres, por su parte, que no ha marcado en los últimos cuatro meses y quedó fuera de la última convocatoria del seleccionador de España Vicente del Bosque, volvió a ver el inicio del choque desde el banquillo.
El Chelsea dominó el juego esta tarde durante el primer tiempo, tras unos primeros quince minutos dubitativos, si bien no logró concretar ninguna de las oportunidades que fabricó.
El West Bromwich saltó al césped conjurado para hacer valer la ventaja de jugar como local y sorprender a los "blues" con un gol temprano, pero tras un cuarto de hora en el que lanzó varios ataques con cierto peligro, se retiró hacia su campo.
El técnico portugués ordenaba desde la banda a su equipo que adelantara su posiciones, pero los visitantes encontraban problemas para continuar adelante cuando en la zona de tres cuartos chocaban contra la barrera de hombres que había plantado allí el West Bromwich.
Tras una primera parte en la que no llegó el gol que esperaba Villas-Boas, los locales recuperaron el ánimo al comprobar que el Chelsea era incapaz de crear ocasiones serias de peligro.
Por medio del francés Marc-Antoine Fortuné, el West Bromwich llegó varias veces al área visitante y obligó a trabajar al guardameta de los "blues", el checo Petr Cech, si bien no logró trasladar al marcador el dominio que logró en algunos tramos del segundo tiempo.
Villas-Boas dio entrada a Torres a diez minutos para el final para tratar de revolucionar el encuentro, pero la aportación del "Niño" no sirvió para variar el rumbo del encuentro.
Fue en el minuto 82 cuando ocurrió lo peor que podía imaginar el técnico portugués para el encuentro de esta tarde: un gol de los locales cuando apenas quedaba tiempo para que los "blues" reaccionaran.
McAuley aprovechó la confusión creada en el área de Cech tras varios rebotes a la salida de un córner para empujar el balón a la red y dejar al Chelsea, de nuevo, sin puntos en un encuentro de la liga inglesa.













Los Grizzlies mantienen el dominio sobre los Raptors

El alero Rudy Gay consiguió un doble-doble de 23 puntos y 12 rebotes que permitió a los Grizzlies de Memphis ganar a domicilio por 99-102 a los Raptors de Toronto y ampliar a seis triunfos consecutivos en los enfrentamientos contra el equipo canadiense.
Junto a Gay, la aportación ofensiva del pívot español Marc Gasol y del base Mike Conley, que anotaron 21 puntos cada uno, también ayudó a la victoria de los Grizzlies (21-15), que ganaron el tercer partido consecutivo.
Gasol no pudo imponer su dominio bajo los aros, pero jugó 41 minutos en los que se convirtió en la segunda opción ofensiva del equipo al anotar 9 de 19 tiros de campo y 3-4 de personal.
El escolta O.J. Mayo logró 16 puntos y el ala-pívot Dante Cunningham llegó a los 11, ambos como reservas, que completaron la lista de cinco jugadores de los Grizzlies que tuvieron dobles dígitos.
El base Jerryd Bayless consiguió 18 puntos y el alero James Johnson aportó 14 tantos, que los convirtió en los líderes del ataque de los Raptors (11-25), que perdieron el noveno partido de los últimos 12 disputados.
El escolta brasileño Leandro Barbosa anotó 13 puntos que lo convirtió en el sexto jugador de los Raptors, mientras que el alero lituano Linas Kleiza consiguió 12.
Barbosa jugó 20 minutos en los que anotó 6 de 9 tiros de campo, incluido un triple en tres intentos, capturó dos rebotes y repartió dos asistencias.
El escolta brasileño anotó siete puntos consecutivos al comienzo del cuarto periodo cuando los Raptors lograron una racha de 11-2 y convirtieron una desventaja de 75-77 en 86-79 a falta de 9:45 minutos para el final.
Pero Gasol respondió con dos canastas consecutivas y Conley logró otra de penetración que volvieron a poner a los Grizzlies en el partido con el parcial de 86-85.
Los otros dos jugadores de los Raptors que tuvieron dobles dígitos fueron el ala-pívot Amir Johnson y el base español José Manuel Calderón, quien volvió a ser el líder en la dirección del juego al aportar nueve asistencias.
Calderón jugó 34 minutos en los que encestó 3 de 9 tiros de campo, incluidos 2 de 5 triples, y 2-3 de personal, capturó dos rebotes, recuperó un balón y lo perdió cuatro veces.
El partido no se decidió hasta los últimos segundos cuando Gay, a falta de 26 para concluir el partido, anotó la canasta que puso a los Grizzlies con la ventaja parcial de 99-100.
Antes, con 40 segundos, el pívot Aaron Gray había anotado uno de dos tiros de personal que rompió el empate a 98-98.
El escolta Tony Allen con ocho segundos por jugarse sentenció el marcador al conseguir la canasta del definitivo 99-102.
Calderón intentó un triple con cuatro segundos y el balón rebotó en el aro para que Allen capturase el rebote y forzase la falta personal, pero falló los dos tiros libres y dejó otra oportunidad a los Raptors de buscar la prórroga, que no aprovecharon al consumir el tiempo sin realizar jugada.
Los Raptors siguen sin superar la ausencia del pívot italiano Andrea Bargnani, que se perdió el decimoséptimo partido consecutivo debido a la lesión que sufre en la pantorrilla izquierda.
Bargnani no ha podido jugar en 23 de los últimos 25 partidos que los Raptors han disputado y el encuentro ante los Grizzlies era el primero de los cuatro que van a jugar en su campo en seis noches.